Transforman los ambientes de aprendizaje y flexibilizan el plan de estudios, respondiendo a la diversidad de la población estudiantil.

Promueven de una manera sistemática una cultura de confianza y de motivación hacia los procesos formativos y de convivencia con estudiantes y padres de familia o acudientes que impactan de manera positiva el progreso de los aprendizajes.

Promueven en los estudiantes el trabajo colaborativo, propositivo y crítico, el ejercicio de la ciudadanía y la construcción de proyectos de vida que les signifiquen retos frente a sus realidades.

Articulan a la práctica los proyectos transversales ( sexualidad, educación ambiental, educación para los derechos humanos, la paz, la convivencia y la democracia, desarrollo del tiempo libre, proyecto de orientación socio ocupacional).

Promueven la motivación de los estudiantes al igual que el desarrollo del pensamiento crítico.